El movimiento produce acción

¡Que no sea tu cuerpo la primera sepultura de tu esqueleto!

Jean Giradoux.

Siempre les comento a mis alumnos y clientes que “El cuerpo está hecho para el movimiento y se debe curar con el movimiento”.

Puede parecer una perogrullada esta afirmación pero si observas a las personas e incluso a los animales, verás que cuando estamos deprimidos, tristes, angustiados, nuestro cuerpo se vuelve estático, se paraliza; mientras que cuando estamos alegres, felices, contentos, llenos de energía, nos movemos gesticulamos y hablamos más.

Lo que quiero decir con ello es que en los momentos que empezamos a sentir la pesadez de las responsabilidades, los problemas y demás situaciones que nos bloquean, deberíamos empezar a movernos para que las ideas fluyan. ¿Te parece raro?

Cuando ponemos en acción nuestros músculos, simplemente dar un pequeño paseo, empezamos a activar la circulación de la sangre y con ella el aporte de oxígeno a nuestro sistema y, lo que es más importante, a nuestro cerebro.

Teniendo el cerebro bien oxigenado es mucho más fácil encontrar estrategias y soluciones que estando sentados.

Además el movimiento genera la liberación de endorfinas que nos ayudan a sentirnos bien.
Al mismo tiempo aumenta la capacidad inmunitaria de nuestro organismo. Y es muy interesante que el aumento de mi inmunidad ayude a aumentar la identidad, o sea me siento con más auto seguridad en m mismo y en mi toma de decisiones. ¿No te parecen suficientes razones para moverte?.

Tampoco es una cuestión de empezar a hacer ejercicios exagerados y en exceso, recuerda que todos los extremos se tocan; si la falta de ejercicio es malo el exceso, también.

Yo suelo salir del trabajo a dar una vuelta por el parque que tengo al lado y me funciona.

Permíteme que te explique este pequeño ejercicio que te podrá reportar grandes beneficios.

Empieza a andar a un ritmo suave.
Mantén tu cuerpo lo más relajado que puedas con los hombros caídos.
Deja que el movimiento salga solo, que tus brazos se muevan rítmicamente por si mismos, no los fuerces.
Cuando cojas aire por la nariz, y aquí está el secreto para relajar tu mente, pon la atención en llevarlo al estómago. Tendrás la sensación de hinchar el estómago, ¡¡¡Perfecto!!!.
Mantén el aire en tus pulmones unos segundos.
Suelta el aire por la boca metiendo el estómago.
Cuando sueltes el aire mantén la boca y los labios relajados.
Yo utilizo el ritmo de mis pasos para coger aire:
6 pasos cojo aire,
4 pasos mantengo el aire en mis pulmones y
en cuatro pasos suelto el aire
y vuelvo a empezar.

Venga ya me contarás como te ha ido

Un saludo y recuerda ¡¡¡MUEVETE!!!

 

Artículo cedido por Alejandro Cuéllar 

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