El Último Jefe
¿Alguna vez has tenido esa sensación, que no importara la carga de tareas que tenías en tu trabajo, ni la cantidad de dinero que cobrabas en relación a ese nivel de labores, debido a que tu superior te hacía sentir motivado e identificado con el proyecto?
Si la respuesta es negativa, entonces estabas siguiendo órdenes de una raza anticuada (por suerte en peligro de extinción), los jefes.
Desde el coaching, en cambio, pujamos para una transformación en el concepto de gerencia, incentivamos la evolución del jefe al líder.
Cada vez son más las empresas que invierten en formación de liderazgo para sus futuros gerentes o jefes de equipo, sino son éstos mismos los que buscan de manera independiente, aprender lo necesario para ser parte de la nueva camada de “líderes-coach” que están modificando la manera de dirigir en la organizaciones.
En el coaching, debemos desterrar a la antigua especie de macho alfa del jefe, basado en la presión a sus dirigidos, que utiliza refuerzos negativos o sistema de castigo para el alcance de objetivos, no acepta críticas ni nuevas ideas, y sólo se mueve en base a resultados y no en las personas que pueden conseguirlo.
De esta manera lo único que se obtiene son integrantes de una “tribu” desmotivados por la falta de valoración y reconocimiento, que dedican al “clan” sólo el tiempo y esfuerzo indispensable, sin lograr su implicancia en los objetivos y cuya falta de compromiso e insatisfacción, finalmente repercuten en los resultados.
Por este motivo el coaching busca formar un líder, una figura que genera respeto no desde punto de vista del miedo, sino, desde la admiración, ya que se interesa por los demás, escucha, aprende, coordina la voluntad del grupo que lidera, pregunta de manera apropiada, busca el consenso entre los colaboradores y alienta sus iniciativas.
¿El resultado? Los empleados, como pares del rebaño, se sienten acompañados y no dirigidos, encuentran el bienestar en su respectiva zona, se vuelven más productivos, aumentan el compromiso con el grupo, encuentran satisfacción en sus puestos y se sienten más motivados, lo que deriva en la explosión del potencial de cada uno de ellos.
En conclusión, el coaching lanza lideres al mercado como la nueva especie de dirigentes que salen a dominar, de manera positiva y motivadora, el hábitat de los altos mandos de las empresas, y en el camino, mejorar la antigua raza del “manda más” y lograr extinguir uno a uno hasta el último jefe.
Mauricio Bustamante
Coach Certificado