PARÁSITOS OCULTOS

“Vemos lo que no existe y no vemos lo que existe” Dr. Wojciech Piotr Ozimek.

Bajo mi experiencia en el campo de la medicina he observado que durante muchos años se ha informado a la sociedad de que el problema de los parásitos es prácticamente inexistente en nuestra zona climática, y de que las causas de muchas enfermedades simplemente se desconocen.

La pregunta que me surge es, ¿Y si fueran precisamente los parásitos la explicación de las causas misteriosas de muchas de estas enfermedades?. Desgraciadamente, la cuestión de las infecciones por parásitos, la escala de su aparición y su amplio significado patogénico no existe un estudio de su incidencia en la sociedad.

A pesar de las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acerca de este tema y en el caso de los microorganismos no se le presta mucha atención a la posible presencia de parásitos, ni siquiera a los que son un poco más grandes como, por ejemplo, los protozoos.

Por otra parte, no debería sorprendernos, pues acostumbramos a confiar en nuestros sentidos, aunque ya Descartes no quería confiar en ellos,  llamamos reales sólo a las cosas que podemos oler, tocar, oír, sentir y ver. Sin embargo, vemos lo que no existe y no vemos lo que existe.

INFECCION

La infección se produce a través de alimentos en mal estado, verduras que no se han lavado ni desinfectado, en la arena de los parques infantiles, en el intercambio de comida o al beber entre los niños durante el juego, con el contacto de mascotas, etc, etc.

Así que una buena ayuda es la prevención y la higiene.

SINTOMAS

La infección parasitaria se desarrolla en los niños tras infectarse con un único tipo de parásito y no dan muestras de esta infección. Se sienten alegres, juegan con ganas, comen bien, etc.

El problema es cuando se infectan con un segundo tipo de parásito y es entonces cuando aparecen distintos signos, pierden el apetito, no quieren jugar y aparecen los primeros síntomas: ataques de tos, falta de aire, trastornos en la piel.

Cuando se infectan con un tercer parásito se muestran demasiado tranquilos y “visiblemente” empiezan a estar enfermos: presentan anemia, síndrome de mala absorción, etc.

Sin embargo, hemos observado que después de tomar los medicamentos contra los parásitos, no sólo se calman los ataques de tos, sino que también desaparece los otros síntomas anteriormente mencionados como el síndrome de mala absorción, la anemia, los trastornos de la piel (incluyendo la psoriasis), la costra láctea, la picazón, la fragilidad excesiva de las uñas y del cabello, la excitabilidad (clasificada a veces como TDAH), el síndrome de Asperger, la epilepsia, la ansiedad nocturna, la enuresis, el picor perineal y alrededor del ano, las ojeras, la palidez de la cara, el rechinar de los dientes nocturnos, el dolor de cabeza crónico, etc.

TRABAJO

La cuestión es que según el diagnóstico o la observación médica estándar, el niño no tiene parásitos, entonces, ¿Por qué la mayoría de estos síntomas desaparecen después de administrarle los medicamentos anti-parásitos?

Es muy importante el orden de administración de los medicamentos: al principio debemos atacar primero los parásitos grandes (lombriz intestinal, tenia, oxiuro), después los más pequeños (Giardia Lamblia), y al final, si es necesario, los organismos como los hongos, cándida, etc.

Espero que puedas asistir a mi conferencia y taller en Mens Venilia para aprender y saber como ayudar a eliminar los parásitos de tu vida y la de tus hijos.

Dr. Wojciech Piotr Ozimek

Pediatra especializado en parasitología

 

 

 

 

 

 

 

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