Sembrar y cosechar

“Una mujer entró en una tienda nueva y descubrió que Dios se encontraba tras el mostrador.

– ¿Qué vendes aquí?, le preguntó.

– Todo lo que tu corazón desee, respondió Dios.

La mujer sin creérselo se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear.

– Deseo Paz de Espíritu, Amor, Felicidad, Sabiduría y ausencia de todo temor….

Tras un instante de vacilación, añadió:

– No sólo para mí, sino para todo el mundo……

Dios sonrió y dijo:
– Creo que no me has comprendido.
Aquí no vendemos frutos, únicamente vendemos semillas”.

Seguramente conoces La Ley de la Atracción y El Secreto. Quizás estés de acuerdo en estas leyes que te enseñan que debes imaginar y que el Universo o Dios se confabulan contigo y te dan lo que quieres.

Tal vez incluso lo has puesto en práctica y seguramente con el mismo resultado que el de todo aquel que quiere recoger sin hacer nada.

                                      

Hay una Ley Universal que dice “que para cosechar antes tienes que sembrar”, o lo que es lo mismo tienes que esforzarte, trabajar duro, y entonces, solo entonces, podrás empezar a cosechar.

No quiero decir que la ley de la atracción y el secreto no funcione, simplemente que la mayoría de las personas han entendido que solo con desearlo es suficiente.

Desear lo que queremos conseguir es el punto de partida, es el punto de enfoque donde poner nuestra atención para empezar a crear las estrategias necesarias para ir hacia ese deseo.

De nada servirá imaginar lo que queremos, visualizar el objetivo y sentirnos como si ya lo tuvieramos si seguimos sentados cómodamente delante del televisor.

Imaginar, visualizar y sentir el objetivo cumplido ayudará a todo nuestro sistema neurológico a buscar y crear estrategias e ir modificándolas según vayamos acercándonos o alejándonos del objetivo.

En mi experiencia solo he conseguido mis objetivos cuando los he sabido definir exactamente, he creado una estrategia efectiva, me he enfocado en cada paso e inmediatamente las he llevado a la acción.

Ahora ya sabes que es lo que tienes que hacer, solo cuatro pasos:

1. Definir el objetivo, (Preparar las semillas).

2. Crear las estrategias, (Sembrar).

3. Actuar llevando las estrategias a la acción, (Cuidar lo sembrado).

4. Disfrutar de lo conseguido, (Cosechar).

Espero que siembres y coseches lo que te has ganado por tu esfuerzo.

Alejandro Cuéllar
Coach Internacional
Vicepresidente Internacional ICMF

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